¿Qué harías si ves una pelea entre dos personas donde ambos están lastimandose? O, peor aún, si ves una persona que está muriendo en la calle

¿Hablarías con las personas que están peleandose? ¿Llamarías a la policía? ¿Aplicarías primeros auxilios para frenar la hemorragia?

Aunque tu respuesta haya sido que si, lo mas probable es que no hagas absolutamente NADA

Hola que tal, soy Matías Ferré de Guerreros Krav Maga y hoy te quiero hablar del efecto ESPECTADOR, también llamado efecto Kitty Genovese

Kitty Genovese era una mujer de 28 años que, una fría madrugada de Nueva York, mientras se encontraba volviendo a su casa del trabajo, escucho ruidos detrás suyo.

De pronto, sin mucha anticipación, un hombre la apuñaló por detrás dos veces.

Ella comenzó a gritar y pedir ayuda, pero nadie hizo nada para ayudarla.

El asesino volvió a su auto, ella intentó escapar y llegar a su hogar. 10 minutos después, cuando Kitty casi lograba llegar a su casa, el atacante volvió a buscarla, la apuñaló, la violó, le robó 49 dólares que llevaba encima y se fue.

El periódico New York Times tituló esta noticia como “37 personas vieron un crimen y nadie llamó a la policía”

Lo cierto es que, si bien el titular fue exagerado, a partir de este caso los psicologos Darley y Latane realizaron varios estudios de psicología social que demostraron la existencia del Efecto Espectador.

Efecto espectador se llama al fenómeno psicológico que sucede cuando ves una situación en la que deberías actuar para ayudar, pero por miedo, por vergüenza o por pensar que otra persona va a actuar, no haces absolutamente nada.

Una de las características del efecto espectador es la “Difusión de la responsabilidad”. 

Esto significa que, cuantas más personas haya a tu alrededor, menos propensas van a ser cada una de esas personas en actuar para ayudarte, porque todos van a pensar que “alguien más lo va a hacer”.

Imaginate esta situación: venís caminando solo por el bosque y ves una persona tirada en el piso. Probablemente te pares a ver si esta persona esta bien o si necesita tu ayuda.

Pero si esta situación se da en la ciudad, lo más probable es que, si nadie ayuda, vos te adaptes al comportamiento de la manada y no hagas nada tampoco.

Es la psicología del grupo: yo no ayudo porque nadie está ayudando, porque alguien más va a ayudarlo y seguramente otra persona sepa ayudarlo mejor que yo. 

A esto hay que sumarle otros factores: el miedo de intervenir y de hacer el ridículo porque no necesitaban tu ayuda, o de ayudar incorrectamente y enfrentar problemas legales.

Otro factor es la ambigüedad de la situación. Es más probable que llames a la policía si ves un ataque con cuchillo, por ejemplo, pero, ¿corresponde que intervengas en una discusión de pareja subida de tono? ¿o si ves una persona con ropa sucia tirada en el medio del piso? ¿O si ves humo saliendo de un edificio? Ahí es donde la decisión se torna más difícil

Todo esto determina que aparezcan lo que se da en llamar “Los testigos inmóviles”, gente que ve, pero no actúa, simplemente sigue de largo con su vida, dejando a una persona desamparada.

Son incontables los casos del Efecto Espectador, desde una niña que fue atropellada en China y nadie hizo nada durante varios minutos, hasta un hombre que se desangró en Nueva York a la vista de todos, trás haber sido apuñalado por ayudar a una mujer a escapar de un asalto 

Corresponde sumar a esta lista también la innumerable cantidad de soldados Nazis que, luego de la segunda guerra mundial, salieron a hablar en contra de las atrocidades cometidas por Hitler, de las cuales fueron espectadores y cómplices sin atreverse a hacer absolutamente nada para cambiarlo.

Y existe algo más que viene a, si es posible, agravar la situación. Y esto es nada más y nada menos que el teléfono celular.

Es sabido que las personas, ante un evento de emergencia, en lugar de tomar acción de forma útil, lo que hacen es levantar sus celulares y ponerse a filmar, muchas veces poniendo en riesgo sus vidas y las de otras personas.

Filmar una situación conlleva varios problemas. El primero es que, probablemente, no hayas llamado a emergencias previamente, sino que simplemente te pusiste a grabar como primera medida.

El segundo problema es que, por filmar, quizás termines envuelto en el medio del problema y termines siendo lastimado.

No obstante, filmar puede ser útil por ejemplo, si hay una situación violenta y, posteriormente, en un juicio se necesita determinar quienes fueron los agresores.

Dicho todo esto entonces, hay que preguntarse ¿Cómo se puede romper el efecto espectador?

Para enfrentarlo es necesario hacer cambios a nivel personal. Hay que estar atentos al entorno e identificar situaciones irregulares o emergencias.

Hay que saber que es muy probable que, si yo no ayudo, nadie más lo haga, y que, si actúo, mi ayuda puede ser de utilidad para otra persona.

Si no tenes conocimientos de primeros auxilios, sería muy útil que aprendas lo basico: como frenar una hemorragia, hacer RCP y la maniobra de Heimlich, para que, en el caso de precisarlo, puedas efectuar estas maniobras.

Además, hay que perderle el miedo a llamar a la policía, ambulancia o bomberos dependiendo el caso. Un tip que podemos darte es que tengas agendados los números de los tres servicios de emergencias para poder llamar rápidamente en una situación peligrosa

Claro está que nadie puede exigirte que pongas en riesgo tu vida intentando detener una pelea entre varias personas o peleando contra un atacante armado, pero si que podes levantar tu teléfono celular para realizar una llamada al servicio de emergencias e informarle el problema que hay y el lugar en el que te encontras para que puedan acudir rápidamente.

Si tenes la duda de si hacerlo o no, deberías llamar a emergencias. Es preferible que alertes sobre algo y al final no pase nada, a que no alertes sobre una situación y alguien termine muerto.

Además, si ves que en una situación es posible actuar y no implica un riesgo para tu vida, tenes que romper con el miedo, la vergüenza y la orden social de “no intervenir”, y actuar para ayudar a la otra persona.

La parte positiva de esto es que, una vez que rompas esa norma implícita de no hacer nada, el resto de la gente pasará a formar parte del grupo que actúa y ayuda a la persona en problemas.

Por otra parte, si vos sos la persona que necesita ayuda, es importante que nunca pidas ayuda en forma general, ya que será difícil de esta manera romper el efecto espectador.

Por el contrario, lo que deberías hacer es buscar a una persona en particular y hablarle a esa persona directamente.

Podes decirle algo por el estilo de “Vos, el de remera azul, ayudame por favor”

Entonces esa persona, al verse individualizada, va a estar mucho mas dispuesta a ayudarte.

Si es posible y sabes que hacer, además deberías indicarle a la persona con órdenes precisas de qué forma podría ayudarte, por ejemplo, llamando a la ambulancia o consiguiendo un botiquín de primeros auxilios.

Resumiendo entonces, es importante que sepas como pedir ayuda y que, si alguien lo necesita, estes dispuesto a ayudar a la otra persona.

Porque, finalmente, como dice Edmund Burke «El mal solamente triunfa cuando los buenos hombres deciden no hacer nada»

Y ahora quiero preguntarte: ¿Te paso alguna vez que fuiste parte del efecto espectador? Y si te paso, ¿pudiste superarlo, o te quedaste siendo un testigo inmóvil? ¡Comentanos abajo!

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No dudes en consultarnos.